A mediados de mayo de 2025, una mujer de 50 años, conocida como Laura, compartió un revelador video en su canal de YouTube donde explica por qué decidió vivir de forma permanente en un crucero.

    Laura, anteriormente involucrada en el mundo corporativo, tomó la valiente decisión de abandonar su rutina diaria para explorar el mundo sin preocuparse demasiado por los costos en cada destino. Su forma de viajar le permite no solo conocer nuevos lugares, sino hacerlo de manera más económica.

    El sueño de Laura era vivir en un crucero.
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    Según comentó, en enero de 2024 tomó la decisión de renunciar a su trabajo y comenzó a navegar por los océanos del mundo. “He descubierto que vivir en un crucero como base de operaciones es más barato que residir en tierra firme,” enfatizó Laura en su video.

    Además, la experiencia de vivir en un crucero no solo proporciona seguridad y comodidad. También promueve un estilo de vida lleno de bienestar, entretenimiento y la oportunidad de interactuar con personas de diversas culturas alrededor del mundo.

    Laura hizo varias reservas hasta 2027.
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    La usuaria aseguró que el costo mensual de vivir en un camarote pequeño a bordo de un crucero no supera los 1000 euros. “No conozco otra opción que incluya todos los gastos en el mismo precio,” explicó. Esto incluye alojamiento, entretenimiento y servicios básicos como internet y lavandería.

    Las Ventajas de Vivir en un Crucero

    Laura mencionó que en su nueva vida a bordo disfruta de una serie de comodidades, tales como camas muy confortables, bañera, ducha y zonas de estar al aire libre para disfrutar de una taza de café por la mañana.

    La mujer considera que los cruceros son más económicos.
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    En su video, Laura también destacó que la vida social a bordo es animada. Hay múltiples espacios donde puede interactuar con otros pasajeros, así como áreas tranquilas donde disfrutar de momentos de soledad.

    Por último, al eliminar los gastos tradicionales de un viaje, tiene la libertad de destinar su presupuesto a actividades recreativas, como cenar en restaurantes, visitar salas de juegos o disfrutar de tiendas locales, enriqueciendo así su experiencia de vida en el mar.

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