El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, admitió este jueves 14 de agosto de 2025, que no ha seguido las normas “al pie de la letra” en el despliegue de la Guardia Nacional en Washington D.C. y en la federalización del control de la Policía Metropolitana.

    La capital estadounidense se encuentra en medio de una creciente tensión debido a las protestas contra las operaciones nocturnas de diversas agencias federales, incluido el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

    Durante una entrevista con Fox News Radio, Trump destacó que cuando se dejó a los líderes demócratas de cada estado gestionar las protestas, estos “no actuaron de manera adecuada”. “La última vez seguí cada detalle y regla al pie de la letra, permitiendo que los gobernadores administraran sus asuntos, y lo arruinaron por completo”, afirmó, refiriéndose a crisis pasadas.

    Declaración de Emergencia de Seguridad Pública

    Estas declaraciones se realizaron tras el despliegue de 800 miembros de la Guardia Nacional en Washington D.C. y la federalización temporal de su policía, en respuesta a la creciente percepción de que “el crimen está fuera de control”. Trump también anunció una Emergencia de Seguridad Pública que durará 30 días.

    El presidente utilizó el reciente ataque a un programador del Departamento de Eficiencia Gubernamental, Edward Coristine, como justificación para la intervención federal en la seguridad de la ciudad. Sin embargo, los datos oficiales muestran que los índices de homicidio, aunque elevados, son los más bajos en décadas.

    Aumento de la Presencia Federal en D.C.

    Desde la noche del miércoles, se intensificaron los patrullajes de agentes del FBI, la DEA y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en Washington D.C., implementando turnos de 24 horas y controles en diferentes áreas de la ciudad. En la Explanada Nacional, se han desplegado vehículos blindados y tropas de la Guardia Nacional, en lo que Trump califica como una respuesta a una “ola de crímenes”, a pesar de las indicaciones de las autoridades locales.

    Según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, esta intervención es parte de un esfuerzo conjunto de 19 agencias que operan en siete distritos de la capital. Las acciones iniciales resultaron en 45 arrestos por delitos de agresión y distribución de drogas, así como la detención de 29 inmigrantes indocumentados, muchos de los cuales enfrentaban órdenes de deportación.

    Controles de Tráfico y Protestas Locales

    En respuesta a la creciente vigilancia, se instalaron controles de tráfico en las principales vías de la ciudad, donde se realizaron detenciones por infracciones menores, lo que generó descontento entre los residentes. Muchos vecinos protestaron sobre estos controles y alertaron a los conductores para que los evitaran.

    Ambiente Tenso y Enfrentamientos

    A pesar de la considerable presencia federal, el ambiente en la ciudad se mantiene tenso, con varios informes de enfrentamientos entre los residentes y los agentes. Un exempleado del Departamento de Justicia fue detenido por agredir a un agente federal, lo que llevó a la fiscal general, Pam Bondi, a anunciar que se levantarán cargos por agresión.

    Por su parte, la jefa de la policía de Washington D.C., Pamela Smith, emitió una orden ejecutiva que limita la cooperación de los oficiales locales con ICE, intentando proteger a los individuos de interrogatorios sobre su estatus migratorio y detenciones injustificadas. Este movimiento busca mantener las leyes dentro del Distrito de Columbia, donde predominan los demócratas.

    Planes Futuros de Control Federal

    Trump manifestó su intención de extender el control federal sobre las fuerzas del orden en la capital, considerando que el periodo inicial de 30 días “no es suficiente” para abordar el problema del crimen en la ciudad. Mientras se desarrollan estos eventos, la atención permanece centrada en la capacidad del gobierno federal para manejar la situación de seguridad en Washington D.C.

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