La reciente explosión de una pipa de gas LP en Iztapalapa ha reavivado los recuerdos de una de las tragedias más devastadoras de la historia moderna de México: la explosión de San Juan Ixhuatepec, también conocido como San Juanico, en el Estado de México.
Recuerdo de San Juanico: Un desastre sin igual
En la madrugada del 19 de noviembre de 1984, una peligrosa nube de gas licuado de petróleo se extendió por el aire, alcanzando la llama de una antorcha. A las 5:40 horas, el cielo se iluminó con el primer estallido, sorprendiendo a cientos de familias que aún dormían en sus hogares. Este evento marcó un trágico hito en la historia del país.
La planta de gas LP en San Juanico
San Juanico, ubicado en Tlalnepantla, contaba con un centro de almacenamiento de gas LP de Pemex, con una capacidad de 16,000 metros cúbicos. Este complejo incluía seis tanques y 48 cilindros de diferentes dimensiones, lo que lo convertía en una instalación crítica para la distribución del gas en el entonces Distrito Federal.
Condiciones previas al desastre
Antes de la tragedia, San Juanico simbolizaba un crecimiento urbano significativo, caracterizado por casas de madera y materiales económicos. Según el cronista Carlos Monsiváis, en 1961, Pemex comenzó a construir la planta de distribución de gas LP, sin considerar los riesgos potenciales que dicha instalación traería a la comunidad vecina.
La secuencia de la tragedia
Los informes indican que, antes de la explosión, los tanques de Pemex contenían 11,000 metros cúbicos de una mezcla de propano y butano. Se produjeron siete explosiones, siendo la primera a las 5:40 horas, seguida de una serie de estallidos que transformaron el paisaje, dejando a su paso escombros, humo y un rastro de destrucción y desesperación.
Los impactos humanos y materiales
La magnitud del desastre fue devastadora: más de 500 muertes, alrededor de 7,000 heridos y 60,000 evacuados. El impacto en la infraestructura fue igualmente alarmante, con 149 viviendas destruidas y miles más dañadas. En el lugar donde antes se encontraba la planta de Pemex, ahora se erige un parque y un memorial en honor a las víctimas del desastre.
Responsabilidades y lecciones aprendidas
Al inicio, las autoridades culparon a la empresa Unigas por el accidente; sin embargo, más tarde se identificó la responsabilidad de Pemex. Tras una investigación exhaustiva, se concluyó que la fuga de gas se originó en los tanques de almacenamiento, un hecho que la empresa tardó en admitir públicamente.
El incidente reciente en Iztapalapa
La reciente explosión de la pipa de gas LP en Iztapalapa, que resultó en la muerte de 9 personas y múltiples heridos, plantea preguntas similares sobre la seguridad en la manipulación de gas. Las investigaciones iniciales sugieren que la pipa pudo haber volcado debido a un exceso de velocidad, y las autoridades están evaluando si se cumplieron las normativas de seguridad pertinentes.
Ambos incidentes destacan la importancia de la regulación y el control adecuados en la gestión de instalaciones de gas LP, no solo para proteger a las comunidades cercanas, sino para prevenir futuros desastres trágicos.