En un trágico incidente ocurrido el 19 de julio en Molina de Segura, Murcia, Felipe Hernández, un comerciante de 64 años, perdió la vida tras ser agredido físicamente. Su hijo mayor, de 35 años, ha sido detenido y se encuentra en prisión provisional como presunto autor de un delito de homicidio. Mientras tanto, su hija de 31 años ha quedado en libertad provisional bajo la investigación por presunta omisión del deber de socorro.

    Detalles del Suceso

    La agresión tuvo lugar dentro de la tienda de tejidos que pertenecía a la víctima. Las cámaras de seguridad del local registraron el momento en que el hijo de Hernández, acompañado de su hermana, entró al establecimiento. En las grabaciones, se puede observar cómo supuestamente golpea a su padre, lanzándolo contra una pared y posteriormente al suelo, donde continuó la agresión.

    Las Últimas Palabras de Felipe Hernández

    Después de la agresión, Felipe logró salir de la tienda, pero colapsó en la calle poco después. Diversos testigos, incluidos algunos vecinos con conocimientos médicos, intentaron reanimarlo sin éxito. Se reporta que sus últimas palabras antes de fallecer fueron: “Me han pegado mis hijos”, lo que sugiere un profundo conflicto familiar.

    Un Historial de Violencia Familiar

    Antes de su muerte, Felipe Hernández había presentado múltiples denuncias por violencia y acoso en contra de sus hijos, con cifras que oscilan entre ocho y doce según diferentes medios. Estas denuncias incluían acusaciones de robo, acoso laboral y amenazas. Familiares de la víctima alegan que Hernández había intentado obtener una orden de alejamiento en al menos tres ocasiones, sin éxito.

    Causas del Conflicto Familiar

    El abogado de Hernández, Eduardo Simó, y su hermano, José Hernández, han comentado que las tensiones familiares se intensificaron en los últimos años. Este acoso, según sus declaraciones, comenzó tras la separación de Felipe de su exesposa hace unos 12 años y se agravó cuando inició una nueva relación sentimental. Los hijos de Felipe le acusaban de no contribuir económicamente a la familia, aunque sus defensores han desmentido esta versión.

    Implicaciones en el Proceso Judicial

    El juzgado de Molina de Segura ha dictado prisión provisional para el hijo mayor de Felipe como presunto homicida, mientras que la hija enfrenta cargos por omisión del deber de socorro. Se considera que existen pruebas suficientes que indican que el hijo fue el autor de la agresión, en un contexto de “maltrato psicológico” sufrído por el padre durante años.

    Acciones Futuras y Reacción Familiar

    La familia de Felipe Hernández ha expresado su intención de reactivar las denuncias previas que no avanzaron a juicio para que estas sean consideradas durante el proceso judicial por homicidio. Este caso subraya la complejidad de las dinámicas familiares y la necesidad de abordar las denuncias de violencia de manera efectiva y sensible.

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