La tercera marcha contra la gentrificación en la Ciudad de México fue contenida por un operativo policial masivo que superó en número a los manifestantes, lo que impidió su llegada a la embajada de Estados Unidos. Por su parte, los empresarios han exigido sanciones más severas tras reportar pérdidas millonarias.

    Texto: Camilo Ocampo, con información de Arturo Contreras

    Foto: Camilo Ocampo

    Despliegue policial en la marcha

    El evento, convocado por el Frente por la Vivienda Joven, atrajo a cientos de participantes de diversas organizaciones sociales y alcaldías. El objetivo de esta marcha, que buscaba llegar a la embajada de Estados Unidos, se vio frustrado debido a la abrumadora presencia policial. Los manifestantes optaron por modificar su ruta, dirigiéndose desde el Hemiciclo a Juárez hacia el Zócalo de la Ciudad.

    Modificación de la ruta

    La decisión de cambiar el trayecto se tomó para evitar provocaciones, como las que ocurrieron en la segunda marcha, celebrada el 20 de julio. Las consignas que resonaron durante la protesta fueron claras: un llamado a detener la gentrificación y el encarecimiento de la vivienda en la capital.

    La respuesta gubernamental

    A pesar de un anuncio previo por parte del gobierno capitalino de que la presencia policial sería limitada, más de 800 agentes estuvieron custodiando a los manifestantes, provocando tensiones. Uno de los participantes, con el rostro cubierto y un cartel que decía “Este diálogo no lo entendemos”, declaró que “no es posible que nos envíen tantos policías” a una marcha pacífica.

    Consignas de apoyo a los migrantes

    La marcha, que se mantuvo pacífica, fue también una plataforma para reafirmar que no contenía tintes xenófobos, destacando la consigna “Migración sí, gentrificación no”. Los discursos durante el evento subrayaron la importancia de los derechos humanos y la inclusión de diversas causas sociales, mientras que algunos miembros del movimiento rechazaron cualquier asociación con ideologías extremistas.

    Iniciativas de los manifestantes

    En un momento simbólico de la protesta, un grupo de jóvenes optó por realizar una acción directa, obsequiando libros de una librería del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC). Con esto, expresaron su deseo de acceder a espacios autónomos en un contexto de represión y acoso inmobiliario.

    Reacciones empresariales y sanciones propuestas

    Los empresarios han comenzado a circular información en varios medios advirtiendo sobre la necesidad de medidas más duras contra los manifestantes. Vicente Gutiérrez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, mencionó que las protestas han causado pérdidas económicas significativas y sugirió que el Congreso local revisará el marco jurídico para imponer sanciones más severas. Se plantearon acciones tales como prohibir el uso de pasamontañas y máscaras durante las manifestaciones para reducir la violencia y proteger la actividad económica.

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