Moscú. El conflicto armado entre Israel e Irán presenta a Rusia una situación complicada, ya que actúa como un arma de doble filo para el Kremlin. Por un lado, la violencia en el Medio Oriente puede beneficiar a Rusia; pero, por otro, el posible derrocamiento del gobierno de los ayatollah en Irán podría tener consecuencias graves, según el politólogo Andrei Kortunov, antiguo director del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales.
En un artículo de opinión publicado en el diario Kommersant, Kortunov sostiene que la escalada de la confrontación entre Israel e Irán, “dejando de lado las consideraciones humanitarias, resulta provechosa para Rusia” en ciertos aspectos.
Razones del Interés Ruso en el Conflicto
El analista argumenta que hay al menos tres razones que explican este interés. La primera es económica: “Un aumento de la tensión en Medio Oriente inmediatamente eleva los precios de los hidrocarburos, incluidos los rusos”. A medida que la violencia incrementa, especialmente si se cortan los accesos al estrecho de Ormuz, la demanda de petróleo y gas rusos también crece.
La segunda razón radica en la política internacional. “Cualquier agravamiento de la situación re-dirige la atención de los adversarios de Moscú respecto a Ucrania, alterando las prioridades de la ayuda militar occidental”, señala Kortunov. Este desvío de atención también podría intensificar los desacuerdos entre Estados Unidos y sus aliados europeos, algo que favorece a Rusia.
Posibilidad de Mediación Rusa
Por último, considera que, debido a la alianza con Teherán, Moscú podría teoréticamente actuar como mediador imparcial en el conflicto. Esto le permitiría consolidar su influencia en la región después de la caída del régimen sirio de Bashar al Assad. Desde los primeros ataques israelíes, el presidente Vladimir Putin se ha ofrecido como mediador en conversaciones telefónicas con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente iraní, Masoud Pezeshkian.
Obstáculos para la Mediación Rusa
No obstante, Kortunov indica que existen obstáculos para que Rusia sea aceptada como mediador, dado que “no pudo evitar el bombardeo masivo de Israel contra un país (Irán) con el que firmó un acuerdo de asociación estratégica”. Además, Irán necesita tecnologías de defensa que Rusia no parece dispuesta a suministrar en este momento.
Perspectivas del Conflicto
Vladimir Sazhin, un destacado experto ruso en relaciones con Irán, también cuestiona la capacidad de Rusia para influir en la resolución del conflicto. Según él, aunque Rusia mantiene buenas relaciones con ambos países, carece de los medios necesarios para presionar a Israel o a Irán. Afirma que no habrá paz duradera entre ambos países mientras exista el régimen islámico, cuya ideología fundamental es la destrucción de Israel.
Implicaciones a Futuro
Sazhin concluye que la escalada del conflicto podría tener ramificaciones significativas, especialmente si Israel logra desmantelar el programa nuclear iraní. Sin embargo, este objetivo es poco probable, ya que podría generar más violencia. “Israel volverá a atacar si percibe de nuevo a Irán como una amenaza”, advierte el experto, recordando que cualquier intervención militar de Washington podría cambiar drásticamente el panorama en la región.