Monseñor Max Leroys Mésidor expresó su agradecimiento por las palabras del Papa en el Ángelus del 10 de agosto, haciendo eco de su “grito por el pueblo haitiano”. En Haití, conocido como el lugar más pobre de América, los funerales han sido secuestrados por bandas criminales, convirtiéndose en una moneda de cambio. En el primer semestre de 2025, se reportaron más de tres mil asesinatos.

    Agradecimiento del Arzobispo al Papa

    El arzobispo Max Leroy Mesidor de Puerto Príncipe declaró a los medios vaticanos: «La Conferencia Episcopal de Haití agradece al Santo Padre, el Papa León XIV, por su clamor en nombre del pueblo haitiano y su llamado a la comunidad internacional a tomar medidas más contundentes respecto a la situación en Haití». Las declaraciones del pontífice sobre la necesidad de la «liberación inmediata de los rehenes» han revelado una crisis que muchos han ignorado, pero que refleja una «tercera guerra mundial fragmentada» que devora vidas y esperanzas.

    Funerales como moneda de cambio

    En Haití, ahora bajo el control de bandas armadas, los funerales se han transformado en un lujo inaccesible para la mayoría. Para poder enterrar a un ser querido, las familias deben pagar impuestos a los grupos criminales que dominan los cementerios. Mireille, de 52 años, relata su experiencia: «Tuve que pagar 318 dólares para que mi madre tuviera un entierro digno». En 2021, el costo de un funeral era de 100.000 gourdes, pero hoy el mínimo asciende a 200.000 gourdes, debido a la violencia criminal que permea el país.

    Pobreza y violencia en aumento

    Con aproximadamente el 60% de la población de 11,7 millones de habitantes viviendo en la pobreza, pocos pueden afrontar los costes de un entierro. En zonas rurales, muchas familias caminan largas distancias para evitar cementerios controlados por criminales. El arzobispo Mesidor enfatiza que la delincuencia está fuera de control. Recientemente, el secuestro de ocho personas en un orfanato es un reflejo del fracaso del Estado y de la pérdida del sentido de vida y dignidad humana en la sociedad haitiana.

    Datos alarmantes sobre la violencia

    Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), más de 3.000 personas fueron asesinadas por violencia criminal en el primer semestre de 2025. Este informe incluye la muerte de 136 niños y 185 secuestros, revelando la gravedad de la crisis. La situación es aún más desesperante con 1,3 millones de personas desplazadas y 5 millones que requieren asistencia alimentaria.

    Desafíos y esperanzas para el futuro

    El arzobispo Mesidor hizo un llamado a las autoridades haitianas y a la comunidad internacional, señalando que, aunque se han incrementado las reuniones sobre la situación, los resultados son lentos y la falta de recursos limita el impacto de la fuerza multinacional de seguridad.

    Reflexiones sobre la violencia y el diálogo

    Ante la situación, el arzobispo concluyó que el clamor del Papa debe resonar en los corazones de los haitianos. «Es nuestra responsabilidad organizar el país con un proyecto común basado en el diálogo y la justicia, renunciando a la violencia». Finalmente, pidió a Dios que ayude al pueblo haitiano a liberarse de las cadenas que limitan su desarrollo, deseando que el Jubileo de la Esperanza brinde un tiempo de gracia y beneficios a los haitianos.

    Share.
    Leave A Reply