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Reflexiones sobre la Guerra contra el Terrorismo en EE.UU.
En medio de uno de los momentos más oscuros de la historia reciente de Estados Unidos, el presidente George W. Bush dejó claro que la guerra contra el terrorismo, iniciada el 11 de septiembre por otros, culminaría “en el momento que nosotros elijamos”. Este llamado a la acción marcó el inicio de un conflicto que ha dejado huellas profundas en la sociedad estadounidense.
El Fin de un Legado de Seguridad
Más de dos décadas después, uno de los últimos vestigios tangibles de esta guerra está llegando a su fin. El reciente anuncio de que se eliminará el requisito de que los pasajeros se quiten los zapatos durante los controles de seguridad en los aeropuertos simboliza un cambio significativo. Esta medida se implementó en 2006 en respuesta al temor a nuevos ataques terroristas, pero con la introducción de nuevas tecnologías, este capítulo parece estar cerrándose.
Los Ecos del 11-S en la Sociedad Actual
Aunque hemos avanzado en muchos aspectos, la realidad es que todavía vivimos en un mundo moldeado por los eventos del 11 de septiembre. Desde aquella mañana trágica, cuando los ataques cambiaron el panorama global, Estados Unidos ha enfrentado retos que van más allá de la seguridad física, incluyendo transformaciones culturales y políticas profundas.
Una Nueva Generación y el Cambio del Viento Geopolítico
Desde el 11 de septiembre, una nueva generación de estadounidenses ha crecido. Mientras que las guerras de Bush fueron finalmente descontinuadas por sus sucesores, el enfoque geopolítico se ha desviado hacia una nueva lucha entre potencias, donde actores como China y Rusia buscan su lugar en el mundo. La visión de Bush sobre la lucha contra el terrorismo ha sido reemplazada por un escenario de competencia entre grandes naciones.
Recuerdos Olvidados y Consecuencias en la Política
Las controversias del período posterior al 11-S, como los debates sobre la tortura y los cambios en la política exterior, han caído en el olvido. Los estadounidenses ahora observan un panorama político diferente, cargado de dudas sobre la transparencia y la legitimidad de las instituciones que alguna vez se consideraron fundamentales para la democracia.
Desconfianza hacia las Instituciones
El legado de desconfianza hacia las agencias de inteligencia ha resurgido en la era Trump, reflejando una frustración acumulada por las guerras interminables y la percepción de que Washington falló a quienes sirvieron en el extranjero. Esta desconfianza se alimenta de la narrativa de que el “Estado profundo” ha traicionado a los estadounidenses, creando un terreno fértil para el escepticismo hacia las intervenciones militares.
Un Futuro Incierto
Con la llegada de una nueva generación política que ha crecido después del 11-S, es difícil predecir cómo las dinámicas globales influirán en sus decisiones. No obstante, hay una creciente conciencia sobre la necesidad de un enfoque más cauteloso en las intervenciones extranjeras. A pesar de la eliminación del requisito de quitarse los zapatos en los aeropuertos, los ecos del 11 de septiembre seguirán resonando en la política y la sociedad estadounidense por muchos años más.