Con sus ojos azul claro y una mirada ligeramente nerviosa, el busto reconstruido de Margaux, una mujer que vivió hace unos 10.500 años en lo que hoy es Bélgica, resulta sorprendentemente realista. Esta reconstrucción ha capturado la atención del público, mostrando cómo era la vida de los últimos cazadores-recolectores en Europa durante el periodo Mesolítico.

    Un Proyecto que Une Ciencia y Arte

    La figura de Margaux fue creada en la Universidad de Gante, en Bélgica, como parte de un innovador proyecto que busca explorar la vida de las comunidades mesolíticas. Este trabajo interdisciplinario busca no solo interpretar el pasado, sino también hacer accesible la ciencia a un público más amplio.

    Investigación Genética y Descubrimientos Fascinantes

    Isabelle de Groote, la investigadora principal del proyecto, menciona que uno de los objetivos es estudiar la genética de estos antiguos habitantes. “Parte del proyecto también es entender sus vínculos familiares”, añade De Groote, destacando la importancia de la genética en la reconstrucción de la historia.

    Estado de Conservación Excepcional

    El cráneo de Margaux fue elegido por su excelente estado de conservación. Los huesos contenían una gran cantidad de ADN que permitió a los científicos recrear su apariencia con notable precisión. Margaux tenía entre 35 y 60 años al momento de su muerte, lo que proporciona un contexto adicional sobre su vida en el Mesolítico.

    Colores y Características Físicas de Margaux

    A través de análisis genéticos, los investigadores también lograron determinar el color de piel y ojos de esta mujer mesolítica. “Este grupo tenía la piel muy oscura y los ojos azules, similar al Hombre de Cheddar en Gran Bretaña,” comentó De Groote, refiriéndose a un esqueleto descubierto hace más de un siglo.

    El Papel de los Hermanos Kennis en la Reconstrucción

    El ADN reveló muchas claves sobre el aspecto de Margaux, pero fueron los paleoartistas neerlandeses Alfons y Adrie Kennis quienes le “devolvieron la vida”. Siguiendo las indicaciones de los investigadores, los hermanos Kennis moldearon el cráneo y esculpieron meticulosamente cada detalle en arcilla. “Es fundamental darle un carácter a la reconstrucción”, afirma Alfons, resaltando la importancia de las emociones en su proceso artístico.

    Continuos Estudios y Reflexiones sobre el Pasado

    Aún se desconoce mucho sobre Margaux y su forma de vida. Los investigadores en Gante continúan analizando detalles de su dieta y otros aspectos sociales. Con su cinta adornada con plumas de pato y colgantes de dientes perforados, esta mujer prehistórica parece más cercana que nunca, ofreciendo una ventana única a las emociones y vivencias de nuestros antepasados.

    Conexión entre el Pasado y el Presente

    El esfuerzo por hacer tangible la vida de Margaux es un reflejo del deseo de entender nuestras raíces. “Siempre fue mi deseo poder hacer esto más tangible”, concluye De Groote, señalando cómo la ciencia y el arte pueden entrelazarse para contar historias que nos conectan con quienes habitaban en nuestro planeta hace milenios.

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