01 MIN 30 SEG
Claudia Guerrero y Natalia Vitela
Cd. de México (20 agosto 2025) .- 05:00 hrs
Desacuerdo del Gobierno Mexicano con la DEA
El Gobierno de México ha afirmado enérgicamente que no existe ningún tipo de acuerdo con la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA). Esta declaración fue realizada por la Presidenta Claudia Sheinbaum y surge como respuesta a la información divulgada por la agencia estadounidense el pasado lunes 18 de agosto.
El Operativo “Portero”
Según la versión de la DEA, se había planeado un operativo conjunto denominado “Portero”, cuyo objetivo sería desarticular a los principales capos del narcotráfico en la franja fronteriza entre México y Estados Unidos. Sin embargo, Claudia Sheinbaum contradijo estas afirmaciones, alegando que no han existido negociaciones ni colaboración en esta iniciativa.
Reacción del Gobierno Mexicano
La negativa del Gobierno mexicano, liderado por Sheinbaum, refleja una postura firme en cuanto a la soberanía del país en la lucha contra el narcotráfico. La Presidenta enfatizó que todas las acciones contra el crimen organizado son llevadas a cabo de forma independiente y sin la intervención de agencias extranjeras.
Implicaciones de la Declaración
Este desacuerdo tiene importantes implicaciones para las relaciones entre México y Estados Unidos, especialmente en el ámbito de la colaboración en seguridad. La falta de un acuerdo formal podría afectar esfuerzos futuros para compartir inteligencia y recursos en la lucha contra el narcotráfico, un tema crítico para ambos países.
La Lucha Contra el Narcotráfico
La lucha contra el narcotráfico sigue siendo una prioridad para el Gobierno mexicano. Las autoridades del país están implementando estrategias y políticas para combatir la violencia y el tráfico de drogas, mostrando su compromiso a proteger a la población de los efectos dañinos del crimen organizado.
Expectativas Futuras
Con esta declaración, el Gobierno de México reafirma su control sobre las acciones de seguridad interna. Este enfoque también plantea interrogantes sobre la dirección futura de la cooperación internacional en materia de seguridad. Especialistas y analistas se preguntan si esta postura abrirá nuevas vías para el diálogo o si, por el contrario, creará más tensiones.