La tarde del sábado, el influencer Camilo Ochoa Delgado fue asesinado. Este evento trágico ocurre en un contexto donde ha sido vinculado con el grupo criminal Los Chapitos del Cártel de Sinaloa a través de volantes amenazantes distribuidos anteriormente.
De acuerdo con información de El Sol de Sinaloa, el crimen tuvo lugar en un domicilio ubicado en el fraccionamiento Lomas de Cuernavaca, en el municipio de Temixco, Morelos. Familiares del influencer reportaron disparos alrededor de las 17:00 horas.
Los testigos relatan que un hombre participó en el ataque y huyó en un vehículo después de perpetrar el crimen. Desgraciadamente, Ochoa fue encontrado en el baño del inmueble con múltiples impactos de bala.
El periodista Carlos Jiménez compartió una imagen impactante mostrando al influencer vestido con un pantalón gris y camisa negra, caído en el suelo con notables manchas de sangre, una imagen que alerta sobre la violencia que enfrenta la comunidad de creadores de contenido en México.
En una transmisión hecha horas antes de su asesinato, Ochoa se mostró preparándose para sus actividades, luciendo la misma vestimenta que se observa en las imágenes posteriores a su muerte. La Fiscalía General del Estado de Morelos ha iniciado una investigación al respecto y colabora con autoridades estatales y federales para esclarecer los hechos.
Previo a su muerte, Ochoa ya había enfrentado amenazas; el 9 de enero, volantes condenatorios contra él y otros creadores de contenido fueron distribuidos en Culiacán, acusándolos de tener vínculos con los líderes del cártel. Este tipo de agresiones han incrementado en el estado, generando un clima de violencia y temor entre los influencers.
Camilo Ochoa era conocido por abordar temas relacionados con el narcotráfico y sus experiencias como exintegrante del Cártel de Sinaloa, donde estuvo activo hasta 2014. A través de su canal de YouTube, acumuló más de 300 mil suscriptores y compartió su historia con medios como Adela Micha, destacando las luchas internas entre facciones criminales en el país.
En un contexto sombrío, al menos seis creadores de contenido identificados en volantes similares han sido asesinados en lo que se considera una ofensiva contra el entretenimiento digital en Sinaloa. El último de estos casos fue el asesinato de Gael Castro Cárdenas, hermano de Markitos Toys, en marzo. Esto plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de quienes producen contenido en la región.
Ochoa también reveló experiencias traumáticas de su vida, incluyendo un secuestro a manos de Los Zetas en 2004. Su legado, aunque ahora marcado por la tragedia, refleja la realidad compleja y peligrosa a la que se enfrentan muchos en el mundo del crimen organizado. Es un llamado a la reflexión sobre la violencia que persiste en el país.
