Asesinato de Patricio Reyes Landa

    En la madrugada del sábado 14 de junio, tres hombres encapuchados ingresaron al hogar de Patricio Reyes Landa, conocido como El Pato, en Jilotepec, Estado de México. Reyes Landa, exmiembro del grupo criminal Guerreros Unidos, había estado implicado en la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa.

    La declaración de su esposa

    La esposa de Reyes Landa relató que ambos fueron sorprendidos mientras dormían. Los encapuchados se hicieron pasar por “personal de la fiscalía” y le ordenaron que abandonara el lugar. Al regresar, encontró a su esposo muerto, con múltiples heridas y rodeado de casquillos percutidos.

    Implicaciones en el caso Iguala

    Reyes Landa fue uno de los primeros detenidos en octubre de 2014 por el caso Iguala. Testigos de la organización criminal declararon que esa noche se reunieron en su casa en Cocula y posteriormente se llevaron a los estudiantes que la policía municipal les entregó, a quienes Reyes Landa condenó a muerte al dispararles en la cabeza.

    El testimonio que selló el destino

    El exprocurador Jesús Murillo Karam utilizó el testimonio de Reyes Landa para establecer lo que llamó “la verdad histórica”, argumentando que los estudiantes fueron secuestrados, asesinados y quemados en el basurero de Cocula. Este relato también implicó al alcalde de Cocula, César Peñaloza, y a varios miembros de Guerreros Unidos.

    Cambios en la situación legal

    Con el tiempo, surgieron alegaciones de que El Pato había sido víctima de tortura. En 2018, un juez declaró que su testimonio no era válido, lo que llevó a su liberación. Este proceso se enmarcó en un contexto más amplio de liberaciones de miembros de Guerreros Unidos durante el mandato de AMLO.

    Un contexto de violencia creciente

    Tras su asesinato, la fiscalía del Estado de México se centró en obtener evidencia balística para investigar si su muerte fue un suicidio o un asesinato. Coincidentemente, también se reportó el asesinato de Everardo Maya Arias, un juez que tuvo participación en muchos casos relacionados con el crimen organizado, lo que sugiere un tejido oscuro en la justicia mexicana.

    Un entramado criminal interconectado

    Además, el asesinato de Lázaro Gambino Espinoza, familiar de uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, añade más complejidad a esta red de violencia. Gambino, relacionado con el Cártel de Sinaloa, también fue objeto de controversias políticas. Estos eventos evidencian un panorama tumultuoso marcado por muerte y corrupción en México.

    Conclusión y reflexión

    La reciente serie de asesinatos en México es un recordatorio escalofriante de las conexiones entre el crimen organizado y las instituciones del país. Conforme continúan las investigaciones, es fundamental seguir buscando la verdad detrás de este entramado de violencia y corrupción que afecta a miles de mexicanos.

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