Andrew Gaze, una figura icónica en el mundo del baloncesto australiano, ha dejado una huella imborrable en el deporte. Conocido por su espectacular habilidad para anotar, recibió el trofeo al Jugador Más Valioso de la NBL, que lleva su nombre, y se consagró como campeón de anotación en 14 ocasiones, además de ganar dos campeonatos en 1993 y 1997. Su trayectoria incluye 15 temporadas como integrante del primer equipo All-NBL, donde promedió una impresionante cifra de 30.8 puntos por partido.
Gaze también tuvo un notable desempeño internacional, liderando a los Boomers en cinco Juegos Olímpicos y sirviendo como capitán del equipo durante los Juegos de Sídney en el año 2000, donde fue portador de la bandera. En 2013, fue incluido, junto a su padre, en el Salón de la Fama de FIBA, destacando su legado en el baloncesto australiano.
Creció en el Old Albert Park Basketball Stadium, donde su padre, Lindsay Gaze, era gerente general. Esta proximidad al baloncesto fomentó su pasión por el deporte desde una edad temprana, aunque su camino hacia el éxito no estuvo exento de desafíos. Los Boomers quedaron en cuarto lugar en tres ocasiones (1988, 1996 y 2000), lo que dejó a Gaze reflexionando sobre lo que pudo haber sido diferente, incluyendo oportunidades perdidas como la lesión de Luc Longley en 1996.
Gaze recuerda con emoción su infancia y cómo los valores de competencia y orgullo nacional fueron inculcados por su padre. “Crecer viendo a Australia competir en los Juegos Olímpicos moldeó mis sueños y aspiraciones”, comenta, enfatizando la diferencia con la fácil accesibilidad de hoy en día al baloncesto internacional.
A lo largo de su carrera, Gaze estableció un récord como el mejor tirador en la historia de Australia. Su técnica y habilidades lo equipararon con leyendas como Oscar Schmidt de Brasil, siendo ambos rivales en puntos acumulados en competencias internacionales. Además, su capacidad para impartir conocimientos se destacó en una serie de entrenamientos que realizó, anticipando la era de las redes sociales y la difusión del baloncesto.
Su etapa en la universidad con Seton Hall fue notable, alcanzando un lugar en la Final de la NCAA antes de aventurarse en la NBA con los Washington Bullets y más tarde con los San Antonio Spurs. Aunque no todas sus experiencias en la NBA resultaron en éxitos de juego, su influencia en el deporte perdura, especialmente considerando cómo su estilo de juego habría encajado perfectamente en la dinámica moderna del baloncesto.
Después de su retiro, Gaze continuó contribuyendo al baloncesto australiano como entrenador con los Sydney Kings entre 2016 y 2019. Actualmente, expresa su deseo de seguir entrenando en un nivel alto, ya sea en Australia o en el extranjero, explorando nuevas oportunidades en Asia que podrían surgir en el futuro.
Cricket Australia y Privatización: Una Llamada a Reflexionar
En el ámbito del cricket, Belinda Clark, reconocida figura del cricket australiano, ha instado a las autoridades deportivas a considerar cuidadosamente la privatización de la liga Twenty20 femenina. En medio de discusiones sobre el futuro del cricket, es crucial encontrar un equilibrio entre el juego internacional y nacional. Clark enfatiza que el cricket femenino ha avanzado significativamente y destaca la necesidad de mantener el enfoque en el cricket internacional para fomentar el crecimiento global del deporte.
Este enfoque va en línea con la evolución del cricket femenino, que ha visto un cambio positivo gracias a la dedicación de figuras como Clark. Su legado, junto a sus numerosos galardones, subraya la importancia de la estrategia en el crecimiento del deporte, asegurando que cada jugador, tanto hombres como mujeres, tenga la oportunidad de destacar.