El mal sueño es un problema común que afecta la salud de millones, generando complicaciones como la obesidad y enfermedades cardiovasculares. Así, la búsqueda de soluciones naturales se vuelve cada vez más urgente, especialmente cuando un estudio reciente ha revelado un alimento accesible y fácil de cultivar en casa con potencial para mejorar la calidad del sueño.

    Una señal de un mal descanso es sentirse cansado durante el día, lo que puede generar irritación (imagen ilustrativa)
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    Un estudio publicado en Food & Function, involucrando a 76 adultos jóvenes, ha demostrado que consumir 40 gramos de nueces diariamente durante la cena puede ofrecer resultados sorprendentes en la calidad del sueño.

    El consumo diario de nueces puede transformar la calidad de nuestro descanso
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    Los efectos beneficiosos de las nueces se atribuyen a su perfil nutricional único, que incluye un alto contenido de triptófano y melatonina de origen vegetal. Estos compuestos son fundamentales para una buena noche de sueño.

    Además, las nueces son una excelente fuente de vitaminas B5 y B6, así como de magnesio, nutrientes esenciales que permiten que el triptófano se convierta en serotonina y, posteriormente, en melatonina. Esto crea una sinergia que contribuye a mejorar la calidad del sueño.

    Un aspecto interesante de las nueces es su riqueza en fibra, que podría favorecer la flora intestinal. Esta interacción, conocida como el eje intestino-cerebro, es vital para la producción de serotonina y melatonina, dos sustancias cruciales para un descanso reparador.

    Los hallazgos de la investigación no solo se limitan a la mejora directa del sueño. También indicaron un impacto positivo en los ritmos circadianos y la actividad diurna, lo que se traduce en un aumento de la energía y una disminución de la somnolencia durante el día.

    El ritmo circadiano, nuestro “reloj interno”, regula los ciclos de sueño y vigilia, además de otros procesos como la temperatura corporal y el apetito. Desajustes en este ritmo, provocados por factores como la luz de las pantallas, pueden resultar en fatiga e insomnio. Las nueces se han mostrado efectivas en ayudar a restablecer este balance.

    El uso de dispositivos electrónicos antes de dormir puede alterar la producción de melatonina
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    En resumen, los estudios sugieren que las nueces no solo ayudan a acortar el tiempo necesario para dormir, sino que también organizan y refuerzan el ritmo circadiano de los participantes. Esto explica la sensación de mayor energía y menor somnolencia que muchos experimentaron durante el día tras incorporar este alimento en su dieta.

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