
Las fuerzas rusas están intentando consolidar su posición en la región de Dnipropetrovsk, Ucrania, donde han logrado capturar algunas áreas menores. Mientras tanto, Moscú intensifica su presión sobre Kiev, exigiendo concesiones territoriales. Sin embargo, los defensores ucranianos están presentando una resistencia feroz, impidiendo cualquier avance significativo por parte de las tropas invasoras.
Después de meses de combates, las fuerzas rusas han comenzado a cruzar de manera sistemática la frontera administrativa hacia Dnipropetrovsk, que es la segunda región más grande de Ucrania. Este movimiento pone en peligro al menos cinco aldeas locales.
Las evaluaciones sobre el alcance verdadero de los avances rusos son variadas entre analistas militares y voceros del ejército ucraniano. Además, las autoridades han desmentido afirmaciones de la plataforma DeepState, que había declarado que las aldeas de Zaporizke y Novogeorgiivka habían sido capturadas por las fuerzas rusas.
Rusia ha desplegado alrededor de 100,000 soldados de infantería en la vecina región de Donetsk, utilizándolos para infiltrar Dnipropetrovsk con el apoyo de drones. Aunque las fuerzas rusas aún carecen de una base sólida en Dnipropetrovsk, continúan atacando de manera persistente, como lo confirma Viktor Tregubov, portavoz del ejército ucraniano en la región del Dnipro.
Estos grupos de cinco soldados generalmente evitan enfrentamientos directos, utilizando el terreno a su favor. Durante el día, se camuflan detrás de árboles, y por la noche, emplean ponchos antidrones para no ser detectados. Ucrania responde a esta táctica utilizando drones kamikaze y realizando contraataques estratégicos. Los ataques aéreos han llevado a las fuerzas rusas a evitar el uso de tanques y vehículos blindados, confiando en su superioridad numérica de infantería.
Los analistas de DeepState señalan que los avances rusos no resultaron sorprendentes, dado que los combates se han mantenido durante meses a lo largo de una frontera de 80 kilómetros entre Donetsk y Dnipropetrovsk. A pesar de estos esfuerzos, los avances han sido modestos, restringiéndose a pocos kilómetros y sumando un total de aproximadamente 7 km. Las áreas controladas por Ucrania en Donetsk aún protegen la mayoría de la región de Dnipropetrovsk.
Estos movimientos parecen tener más un objetivo político que militar, buscando fortalecer la narrativa de Rusia ante sus aliados internacionales y presentando una aparente inevitable derrota de Ucrania. Sin embargo, el analista militar Oleksandr Kovalenko advierte que la presión rusa en Dnipropetrovsk está disminuyendo debido a limitaciones de recursos, dificultando su avance significativo en muchas partes del área.
Aunque nuevos avances podrían permitir a Rusia interrumpir rutas de suministro claves hacia el este, muchos especialistas coinciden en que su principal objetivo sigue siendo la región de Donetsk. Moscú aspira a un enfrentamiento decisivo en Pokrovsk, donde enfrenta una feroz resistencia ucraniana, al tiempo que sus tropas permanecen estancadas en Chasiv Yar y Toretsk.
Los ataques rusos en las regiones de Donetsk y Dnipropetrovsk han ocasionado un aumento en los desplazamientos civiles. Olena Logvinenko, de Cáritas Ucrania, destacó que el refugio ha proporcionado alojamiento temporal a 250 civiles desplazados diariamente, un aumento en comparación a días anteriores. A pesar de estos esfuerzos, la situación continúa siendo crítica, con los ataques rusos y bombardeos diarios, mientras Moscú ignora los llamados a un alto el fuego.
(Con información de EFE)