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Un nacimiento histórico: Embriones congelados durante 30 años
Un niño, nacido la semana pasada en Ohio, proviene de un embrión que estuvo congelado durante más de 30 años, estableciendo lo que se cree es un récord mundial en términos de tiempo de almacenamiento antes del nacimiento.
Adopción de embriones: La historia de los Pierce
Lindsey y Tim Pierce, quienes enfrentaron años de infertilidad, optaron por usar embriones donados en 1994. Su hijo nació el pasado sábado a partir de un embrión que había estado en almacenamiento durante 11,148 días, según su médico, lo que marca un nuevo récord.
El creciente interés en la adopción de embriones
Aunque el concepto de adopción de embriones existe desde los años 90, ha crecido en popularidad. Clínicas de fertilidad y defensores, muchos de ellos de orientación cristiana, abogan por no descartar embriones sobrantes, argumentando que todos merecen ser tratados como vidas que necesitan un hogar.
El viaje de la donante de embriones
Linda Archerd, de 62 años, quien donó sus embriones a los Pierce, expresó su deseo de que esos pequeños embriones tuvieran la oportunidad de vivir, igual que su hija. Archerd había buscado durante años qué hacer con sus embriones, sintiéndose culpable mientras los costos de almacenamiento aumentaban.
La situación de los embriones congelados en EE.UU.
Aproximadamente el 2 % de los nacimientos en EE.UU. provienen de la fertilización in vitro (FIV), y un porcentaje aún menor involucra embriones donados. Sin embargo, se estima que hay alrededor de 1,5 millones de embriones congelados en el país, muchos de ellos en incertidumbre mientras los padres deciden su destino.
Desafíos legales y éticos
La situación se complica por decisiones legales, como la de la Corte Suprema de Alabama en 2024, que determinó que los embriones congelados tienen estatus legal de niños. Esto ha llevado a los líderes estatales a implementar soluciones temporales, aunque persisten inquietudes sobre el futuro de los embriones restantes.
El proceso de donación y el futuro
El proceso fue complicado para Archerd, quien tuvo que localizar registros de su médico de fertilidad y coordinar el envío de los embriones a la clínica de los Pierce en Tennessee. De los tres embriones donados, solo uno logró implantarse con éxito. La historia de este nacimiento resalta la necesidad de abordar el tema de los embriones en almacenamiento e invita a reflexionar sobre el futuro de la fertilidad asistida.
La experiencia de la donación ha sido emocional para Archerd, llena de alivio y tristeza, mientras que los Pierce, apoyados por su clínica, enfatizan que su único objetivo era tener un bebé. Con el deseo de conocer a la familia adoptiva y al bebé, aseguran que este viaje ha sido mucho más que un récord; ha sido una historia de esperanza y amor.