En 2021, la Federación Inglesa de Fútbol (FA) se embarcó en la búsqueda de una nueva seleccionadora, y su principal objetivo era claro: ganar. Con el crecimiento del fútbol femenino en Inglaterra y la Eurocopa de 2022 como un evento crucial en su horizonte, necesitaban a alguien con vasta experiencia y un historial probado. Así fue como Sarina Wiegman se convirtió en la elegida.

    “Solo querían a una ganadora”, comparte una fuente de Inglaterra. “La lista se redujo a dos nombres: Jill Ellis o Sarina. Lo que impresionó a la FA fue la meticulosidad de Sarina, su profundo análisis y la intensidad con la que trabajaba en cada plan de partido. Esa seriedad fue determinante en su elección”.

    La contratación de Wiegman no solo fue un movimiento estratégico, sino una declaración de intenciones. Ella se convirtió en la entrenadora mejor pagada en la historia del fútbol femenino en Inglaterra. Desde el primer día, la federación se comprometió a brindarle todos los recursos necesarios. Durante la Eurocopa de 2022, Inglaterra no solo se consagró campeona, sino que también maravilló al público, llenó estadios y cambió la percepción del fútbol femenino en el país, marcando el inicio de una nueva era.

    Liderazgo claro y honesto

    Lo que destaca a Sarina Wiegman no es solo su trayectoria, sino también su enfoque de trabajo. Su liderazgo combina serenidad y firmeza. “Es muy directa con las jugadoras, sin ambigüedades. Les comunica claramente cuál es su rol, ya sea titular, suplente o que no jugarán. A pesar de que a veces puede ser doloroso, las jugadoras valoran mucho esta transparencia”, expone Charlotte Harpur, periodista de The Athletic.

    Las decisiones firmes de Wiegman también han tenido repercusiones. Fue honesta con Mary Earps al informarle que no sería titular en la Eurocopa, y también se lo comunicó a Millie Bright, quien decidió no participar debido a su estado físico y mental. “Quizás ha enfrentado críticas por su franqueza, pero al ser transparente antes del torneo, previno tensiones durante la competencia”, agrega Harpur. “El equipo ha mantenido su cohesión; todas están allí porque quieren estar, y eso se refleja en su desempeño”.

    Adaptación y gestión del entorno

    El camino hacia el éxito no ha sido lineal. Tras el triunfo en 2022, Wiegman se volvió más reservada con los medios, buscando proteger a las jugadoras que comenzaban a ser celebridades. Emma Sanders, periodista de la BBC, recuerda que en el Mundial de 2023 tuvo un acceso limitado a los medios, lo que evidenciaba su deseo de resguardar al equipo.

    Sin embargo, en su reciente participación en Suiza, se percibió un cambio en su actitud. “Sarina parece más relajada y accesible, como si ya no tuviera que demostrar nada. Ha alcanzado finales y ahora solo disfruta del proceso”, comenta Sanders. “Muestra una mayor comodidad con la presión y las expectativas que rodean el torneo”.

    Evolución como líder

    El desarrollo de Wiegman como líder también incluye aprender a delegar. “Antes deseaba mantener todo bajo control, según su exasistente en Países Bajos”, señala Harpur. “Ahora ha comenzado a soltar un poco las riendas, manteniendo su calma y serenidad, especialmente en los tiempos de descanso de los partidos. En esta Eurocopa la hemos visto más expresiva, mostrando emociones que anteriormente no había exteriorizado”.

    Un equipo en crecimiento

    Tácticamente, Wiegman se ha mantenido impecable, adaptando al equipo a las bajas y rotando a jugadoras clave. La FA ha destacado su visión clara, autoridad y respeto, considerándola intocable. Según el CEO Mark Bullingham, “no está en venta”, y su contrato se extiende hasta 2027, sin intenciones de permitir que se marche.

    Este domingo, frente a España, Wiegman dirigirá su tercera final de Eurocopa consecutiva. Con dos títulos previos y una reciente derrota en el Mundial 2023, busca cerrar un ciclo. “Ya no se trata solo de ganar, sino de seguir haciendo historia”, concluye.

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